La tarjeta de presentación ha sido, históricamente, el
elemento de intercambio inicial dentro del protocolo social y de negocios a
nivel mundial. En ella, las personas muestran su nombre, el cargo que
desempeñan dentro una organización, la dirección de la misma y sus datos para
contacto.
No obstante, esta importante y fundamental tradición comercial, debe ser, ante el fenómeno de la inseguridad, seriamente analizada y reconsiderada, toda vez que la información contenida en la tarjeta puede ser utilizada con fines delincuenciales, en contra de la persona u organización referida.
Si bien la tarjeta de presentación tiene como objetivo justamente el presentarnos ante alguien, es preciso considerar que ese alguien puede no tener las mejores intenciones o bien provoque, por descuido, fuga de información y ser traspasada o aprovechada por un delincuente.
Toma en consideración las siguientes recomendaciones de seguridad:
No obstante, esta importante y fundamental tradición comercial, debe ser, ante el fenómeno de la inseguridad, seriamente analizada y reconsiderada, toda vez que la información contenida en la tarjeta puede ser utilizada con fines delincuenciales, en contra de la persona u organización referida.
Si bien la tarjeta de presentación tiene como objetivo justamente el presentarnos ante alguien, es preciso considerar que ese alguien puede no tener las mejores intenciones o bien provoque, por descuido, fuga de información y ser traspasada o aprovechada por un delincuente.
Toma en consideración las siguientes recomendaciones de seguridad:
- Nombre.
Evita indicar tu nombre completo. Menciona únicamente tu nombre de pila y el primer apellido. Un primer contacto no requiere, en ese sentido, de mayor información. - Cargo.
Considera seriamente el mencionar tu cargo dentro de la organización, ya que el mencionar que eres el propietario, director general o que ocupas un cargo clave en la organización, puede ser un factor muy atractivo para un criminal. - Teléfono.
Indica únicamente el número de teléfono de tu oficina, evitando incluir tu teléfono personal móvil o de tu hogar. De esa forma filtrarás cualquier intento de contacto de alguien, al tener que llamar inicialmente a una secretaria. - Correo electrónico.
Crea una cuenta de correo que no denote tu cargo dentro de la empresa e indícala en la tarjeta. Configura tu firma electrónica de tal manera que los correos electrónicos que contestes no proporcionen, de igual forma, información confidencial. - Dirección física.
Evita mencionar la dirección física de tu organización, sobre todo si en ella no existen las condiciones de seguridad suficientes para lograr un control de acceso adecuado para visitantes. Evitarás, así, visitas inesperadas y condicionarás a la persona a establecer una cita para acudir a tu oficina o lugar de trabajo.
En cualquier caso, si la relación personal o comercial con la persona prospera, podrás proporcionar mayor información vía electrónica.
Por estas razones, a partir de ahora, considera que tu tarjeta de presentación debe llevar un nuevo atributo: el de la prevención.
Para conocer más y mejores recomendaciones, te sugerimos
contactarnos y no olvides compartir este artículo en tus redes sociales, para que más personas adopten estos hábitos de seguridad.
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